jueves, 6 de agosto de 2009

Tonto y retonto

Debo confesar que al hacer esta columna me tocan las generales de la ley. Como fumador, soy una víctima más de Massalin Particulares.
Mauricio Macri nos tiene acostumbrados a sus marchas y contramarchas.
Durante la presentación del jefe de Gabiente, Horacio Rodríguez Larreta, ante la Legislatura, la oposición le recriminó la decisión de Macri de designar a Daniel Galleano al frente del Hospital Garrahan. El hombre elegido por el titular del PRO (que se encuentra de vacaciones en París) fue durante 26 años gerente de la tabacalera Massalin Particulares y fue vicepresidente de la Cámara de la Industria del Tabaco. Esto quiere decir, que el mismo hombre designado para dirigir el Hospital Garrahan supo ser un defensor de los intereses de las industrias que más muertes provocan en todo el mundo.
Apenas presentada la postulación oficial (firmada por Macri, el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Salud, Jorge Lemus), todos los bloques de la oposición en la Legislatura firmaron un documento solicitándole al mandatario porteño que "retire el pliego que envió oportunamente". El escrito lleva la firma de Diego Kravetz (Frente para la Victoria), Sergio Abrevaya (Coalición Cívica), Eduardo Epszteyn (Diálogo por Buenos Aires), Martín Hourest (Igualdad Social), Raúl Fernández (Encuentro Progresista), Gonzalo Ruanova (Espacio Plural), Gabriela Cerruti (Nueva Democracia), Alejandro Rabinovich (Autonomía con Igualdad) y Patricia Walsh (Nueva Izquierda).
Me pregunto, cuando Mauricio Macri propuso a Daniel Galleano, nadie en su Gabinete fue capaz de decirle: “¿No habrá problemas en contratar en el principal hospital infantil de la Argentina a un contador de la Cámara del Tabaco?”
Anoche me comuniqué con Diego Kravetz, presidente del bloque kirchnerista y me explicaba que una de las trabas más grandes que ellos considereban, era que en los países más importantes del mundo, como Estados Unidos, los juicios a las tabacaleras suele hacerlo el propio Estado y sería muy incómodo para Galleano enjuiciar a sus ex socios.
Finalmente ayer a última hora de la tarde Galleano retiró su postulación.
Pero más allá de las prolijidades macristas y que esto suena a risa, las designaciones que sigue haciendo Mauricio Macri esconden una política gerencial, donde el jefe de gobierno se cree dueño de una empresa y sus secretarios sus gerentes. De hecho, el jefe de la bancada Pro en la Legisltaura, Oscar Mascaiello, dijo que Galleano no estaba acostumbrado a estas cosas de la política y por eso declinaba su postulación. Ahora nadie se cuestiona que el macrismo ponga como director del Garraham a un hombre que no sabe de política pero sí de empresas. Lo mismo me sucedió la semana que no estuviste, Rosario, discutiendo con Rodríguez Larreta sobre la designación de Palacios en la que el jefe de gabinete me dijo: “La oposición está haciendo política con sus impugnaciones”. Y sí, Rodríguez Larreta, si no se enteró usted es jefe de Gabinete no gerente de una empresa. No alcanza que Palacios haya custodiado a la familia y a las empresas de Macri para garantizar la seguridad de una ciudad. Esto es política aunque al Pro le pese y aunque esconda sus reales intenciones políticas.
La designación de Guillermo Dietrich, un empresario de una de las concesionarias más grandes del país como director de tránsito, demuestra esa misma política gerencial.

Fernando Amato

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