miércoles, 24 de junio de 2009

TORPEZAS PROPIAS

De Angeli, hace pocas horas, propuso: “JUNTAR A LOS EMPLEADOS EN LAS ESTANCIAS Y DECIRLES A QUIEN HAY QUE VOTAR”.-

Es evidente que no midió el alcance de su expresión. Los políticos que se destacaron durante mucho tiempo en la vida de las naciones, planificaron sus acciones de principio a fin. Casi nada de lo que hace o dice un político es casual. Todo está rigurosamente medido.-

No planifican los que creen que ya llegaron a la cúspide imaginando que desde ese lugar ya no se baja, cuando, por lo general, de los lugares muy altos -tarde o temprano- se desciende por imperio de las circunstancias, y a veces por la propia torpeza.
Los hombres de la antigüedad, solían graficar con leyendas, las conductas humanas, y de ellas podía aprenderse mucho acerca de las virtudes y defectos.

Quizá conociendo el mito de Orfeo, ustedes encuentren un claro ejemplo de la ansiedad como defecto. La ansiedad por llegar a un resultado, la ansiedad por triunfar, suele conducir a terrenos peligrosos. Lo que dijo De Angeli puede encontrar algún paralelo con esta historia mitológica que voy a contarles, que es de origen griego y que procede del tiempo de Virgilio, inspiró a artistas de distintos ámbitos.

Francisco de Quevedo le dedicó el poema Un Orfeo Burlesco.
Generó muchas representaciones plásticas, especialmente de la imagen de Ortfeo como la célebre pintura de Gustave Moreau de fines del siglo XIX.

El impacto, como imaginarán fue muy vibrante en la música, donde es especialmente importante la obra L'Orfeo, favola in musica (1607) de Claudio Monteverdi, considerada una de las primeras óperas de la historia.

Vamos ya al relato.

Orfeo estaba casado con Eurídice, de la que estaba profundamente enamorado, agradecía, en sus cantos, a los astros su fortuna amorosa con versos como este:
Sol, que todo lo circundas y todo lo mirasdesde las órbitas celestiales: Dime, ¿has visto amante más feliz y afortunado que yo?

Efectivamente, vivió muy feliz nuestro personaje hasta que una serpiente ataca a la mujer mordiéndole un de sus talones.

De este ataque hay dos versiones. Unos sostienen que los tórtolos paseaban a orillas del río Estrimón, cuando en un descuido la víbora hiere de muerte a la mujer. Otros dicen que la mordedura se produce cuando Eurídice huía de Aristeo, un hombre que quería someterla a sus pasiones.-

Pero, las dos corrientes de expertos en mitología coinciden en que Urídice, murió envenenada.-

¿Que pasa después de esta muerte?. Consternado, Orfeo tocó canciones tan tristes y cantó tan lastimeramente, que todas las ninfas y dioses lloraron y le aconsejaron que descendiera al inframundo.

Abatido por su pérdida, siguiendo los consejos, decidió viajar a los infiernos (de los que ningún mortal habría retornado jamás), para lograr que le fuera devuelta su esposa.

En el camino, tuvo que sortear muchos peligros, para los cuales usó su música, ablandó el corazón de amenazantes presencias.
Finalmente llegó a destino. En esos infiernos, la mandamás era Perséfone, reina del mundo subterráneo, quien quedó conmovida por la pena de Orfeo.

Accedió a restiuirle viva a su amada. Pero, bajo condiciones. Orfeo debía caminar delante de ella en su regreso a la Tierra, y no mirar hacia atrás hasta que ambos hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a Eurídice.

A pesar de sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto, incluso cuando pasaban junto a algún peligro o demonio, no se volvía para asegurarse de que Eurídice estuviera bien. Llegaron finalmente a la superficie y, por la desesperación, Orfeo volvió la cabeza para verla; pero ella todavía no había sido completamente bañada por el sol, todavía tenía un pie en el camino al inframundo: Eurídice se desvaneció en el aire, y ahora para siempre.

Pero, no crea Ud., que aquí termina la historia. Los griegos suman siempre tragedia a la tragedia. En esto, solamente en esto, las películas norteamericanas de acción se parecen.

Habrán visto infinidad de bodrios en los que cuando uno cree que el malo ya muríó a causa de cien balazos o de estar hundido en medio del océano, se recupera y ataca de nuevo causando más horrores.-

Entre los griegos, la tragedia es infinita. Sigamos con la leyenda. Después de la desaparición de su amada, Orfeo regresó destrozado a su pueblo, donde los habitantes le pidieron que tocara sus hermosas melodías; Orfeo deprimido como estaba, empezó a golpear su lira con una piedra, provocando un ruido tan horrendo que todo alrededor se marchitaba; así que el pueblo lo asesinó con el fin de detener ese ruido que se había tornado insoportable.-

Orfeo cometió dos errores tremendos. Primero, la ansiedad, luego la repetición hasta el hartazgo de los sonidos que provocaba. La lira que encantaba, terminó siendo la lira insoportable.-

Algo de esto puede estar sucediendo con De Angeli.-

ROSARIO LUFRANO

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