miércoles, 15 de julio de 2009

CIFRAS QUE DUELEN

La situación de los niños que no pueden alimentarse cada día, nos muestra una de las caras más injustas de nuestra realidad. Muchos de los chicos de la Argentina, quizás la mitad de los chicos de la nación, no comen bien todos los días.
Los datos dicen que en Argentina mueren 12 niños por día a causa de la desnutrición. La frialdad de los números dice que en un país que produce alimentos para millones, 12 niños mueren por día a causa de desnutrición.
El 50 por ciento de las muertes que se producen en América Latina tienen como telón de fondo la desnutrición y nos hablan a las claras de una falla social grave.
Salta es uno de los escenarios donde la desnutrición infantil reclama una ayuda urgente.
Gladys Pernas, la Jefa del servicio de Recuperación Nutricional del Hospital de Niños Jesús de Praga de la ciudad de Salta. Junto a su equipo, relevó 2.000 casos durante los últimos 24 meses y comprobó que el 33% tenía peso y talla inferiores a los parámetros que les corresponden de acuerdo con la edad.
“Como los chiquitos pasan hambre, no logran encarrilarse genéticamente, crecen a menor ritmo y se quedan cortitos. Son enanos nutricionales”, asegura la especialista.
El informe rebela que “uno de cada tres salteños menores de seis años está desnutrido.
En el trabajo titulado “Valoración del estado nutricional (VEN) al ingreso hospitalario”, Pernas, junto a sus colegas plasmaron entre las conclusiones: “La desnutrición sufrida durante el embarazo y los primeros meses de vida produce daños irreparables como el retraso mental y físico, bajo peso y talla, y dificultades en el aprendizaje”.

“Ante la falta de alimentos, lo primero que consumen estos chiquitos son las grasas y las proteínas del propio organismo. Si la malnutrición persiste, empieza a afectarse la talla del cuerpo. Ésos son los casos crónicos, parecen normales, aunque siempre quedan más enanitos: una adolescente de 15 parece una nena de nueve”, detalla Pernas.
Según Unicef, la desnutrición crónica afecta al 8% de los niños y niñas menores de cinco años en todo el país. En Salta, el número al menos se duplica, de acuerdo con las estimaciones oficiales. Y se cuadruplica si se toman los datos del relevamiento realizado en el hospital pediátrico de la capital, donde el 33% de los niños y niñas no cubre sus necesidades básicas nutricionales.


El estudio afirma que “el Estado debería evaluar y corregir la orientación de sus políticas sanitarias y priorizar efectivamente las acciones de atención primaria en vez de pagar un canon a los privados para que se hagan cargo del negocio”.
Para la doctora Pernas, la desnutrición desnuda una enfermedad cultural, una enfermedad social, un desentenderse de nuestros niños, un desprecio por el futuro. Hay que entender definitivamente que este es un problema de todos: de los gobiernos, de las ONG, y de la comunidad toda.

Otras voces:

El presidente de la Red Solidaria, Juan Carr, indicó el mes pasado que en la Argentina 
hay 330.000 familias que no tienen garantizado el acceso a la comida.
Mientras en el mundo aumentó el número de desnutridos durante el último año, en la Argentina, mueren ocho niños de menos de 5 años por día a raíz de enfermedades ligadas con la desnutrición.
Para Red Solidaria, este número se mantuvo estable en 2008 luego de cinco años consecutivos de descenso.
 De haberse mantenido la curva de descenso la Argentina podría haber llegado a tener "hambre cero" en 2020, según la organización.
Según los datos del Centro de Lucha contra el Hambre, de la Facultad de Veterinaria de la UBA, en el país hay 2.100.000 personas que no tienen garantizado el acceso a la comida. En el país hay 40 millones de habitantes y se producen alimentos para más de 120 millones. Según se indicó, la generación de trabajo fue determinante en la mejora de los números del hambre en la Argentina: "El chico desnutrido ya es la tercera generación sin trabajo. El abuelo perdió, el padre nunca lo tuvo y el niño no tiene perspectivas de lograr un empleo. Pero, durante esta etapa de crecimiento ligado al campo, el sector generó nuevos empleos".
Más voces:

El doctor Abel Albino, presidente y fundador de la Cooperadora para la Nutrición Infantil, propone “terminar definitivamente la guerra eterna del hombre contra el hombre para iniciar definidamente la única guerra digna, generosa, y noble: la guerra del hombre contra el hambre”.
La desnutrición infantil, es una carencia que determina el desarrollo de los niños. Según el investigador, “la suerte del sistema nervioso central está echada en el primer año de vida. Es en esa etapa cuando se cablea ya que cada neurona, cuando hay buena alimentación y buena estimulación, produce 15 mil cablecitos, que se interconectan con los demás cables de las otras neuronas, y le dan al hombre la rapidez mental, la capacidad de asociación, la memoria, la experiencia, y una larga cantidad de etcéteras”.
Para el Doctor Albino la realidad es muy dura, por eso sus palabras son críticas: “Debemos reconocer que ha fracasado nuestra clase dirigente. Es una vergüenza nacional que un país capaz de producir alimentos para casi 800 millones de habitantes no pueda mantener a menos de las 40 millones de personas que viven en la Argentina. Como también lo es el hecho de que siendo uno de los países más ricos de la tierra tenga el 35 por ciento de su población debajo de la línea de pobreza. La mortalidad infantil es un indicador indirecto de desnutrición”.

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